Luego de cinco meses de lo ocurrido, el testimonio de la joven de 21 años, describe una serie de engaños, omisiones y vulneraciones que la han dejado en un estado de desgaste emocional. Su relato detalla lo sucedido la noche del 18 de marzo en el municipio de Villa González, provincia Santiago, República Dominicana, en medio de circunstancias que cambiaron su vida de manera profunda.
De acuerdo con lo expresado a la psicóloga forense Leidys Vargas, la joven explicó que fue invitada por una conocida llamada Nayelis a salir a un colmado cercano. Lo que aparentaba ser una salida sencilla terminó derivando en un episodio que marcó un antes y un después en su cotidianidad.
“Yo conozco a Nayelis, desde toda la vida, pero de tratarnos, tratamos una vez en la cancha y luego esa vez cuando pasó eso, yo nunca había salido con ella. Mami si le cuidaba el niño para ella trabajar o cuando ella iba a salir de noche”, relató.
La afectada detalló que llegaron al lugar en un motor con un motoconcho identificado como Steven. En la mesa, estando solas, un mesero les sirvió una bebida de ron doble reserva y poco después recibieron otra similar, sin saber quién la había enviado. “Fui al baño varias veces con Nayelis, pero la última vez fuimos juntas. Lo último que recuerdo es que tomé del vaso… y luego me desmayé”, explicó.
Cuando recuperó la conciencia ya no estaba en el colmado, sino en la sala de emergencias de un hospital. Allí se encontraba desorientada y acompañada por personas que no lograba identificar completamente, entre ellas Nayelis y un joven apodado “Ferere”, a quien reconoció posteriormente como uno de los señalados en el caso. Dijo recordar haberlo visto en el hospital y luego en una pasola blanca que supuestamente la llevaría a su hogar.
“Después de dos esquinas perdí el conocimiento otra vez. No sé cómo llegué a mi cama, ni quién me llevó. Me desperté a las 7:00 de la mañana con dolor abdominal, deshidratada, cansada, y sin saber qué había pasado”, narró. Al despertar, su ropa estaba en desorden y recibió mensajes de Nayelis que resultaron confusos. En uno de ellos, la joven le escribió: “loca, tú estabas tirándome golpes”, lo que aumentó sus sospechas.
“Me desperté en mi casa, en mi cama, yo duermo en un cuarto fuera de la casa, no recuerdo quién me llevó, no puedo decir quién me llevó, los tenis estaban al lado de la puerta, estaba en la cama, tenía media, un pantalón negro desabrochado, el pantalón era corto, blusa blanca, los lentes que tenía puesto estaban en una habitación, el teléfono en la cama y la cartera encima del gavetero”, añadió.
Semanas después, la situación se agravó al enterarse de la existencia de videos que comenzaron a circular en redes sociales. “Una vecina me dijo que había unos videos míos. Me fui a Santo Domingo, y allá mi prima me enseñó los videos. No pude verlos todos, pero en uno me reconocí. Estaba desmayada, en una casa de madera sin pintar. Vi la cara de Ferere”, expresó.
Durante la entrevista, la joven se mostró afectada, con pausas largas y lágrimas. Señaló que no comprendía cómo su conocida Nayelis, quien había dejado a su hijo al cuidado de su madre esa noche, desapareció después de los hechos y mintió afirmando que Génesis se había quedado con su “pareja”, algo que ella negó de manera categórica.
El testimonio de otra joven, Irelsa, corroboró parte de la denuncia. “Quien estaba con ella era Nayelis. Quien la sacó fui yo. Me dio pena. Le pido perdón porque ellos se la llevaron, me dejaron engatusar”, expresó. En cuanto a la evaluación psicológica, la psicóloga forense del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), Leidys Vargas, informó que la afectada presenta signos directamente relacionados con lo vivido.
Durante la entrevista mostró indicios de shock, tristeza, vergüenza y episodios de llanto. El informe precisa: “Se mostró cooperadora, fue coherente en su relato, está orientada en tiempo, en espacio y en persona. Se sentó de frente para la entrevista, se notaba cansada y lo manifestó al preguntársele los datos biográficos. En algunos momentos del relato estuvo llorando y en ocasiones se tapaba la cara”.
El documento concluye que existen afectaciones emocionales vinculadas a los hechos señalados y recomienda el inicio de un proceso psicoterapéutico con el objetivo de reforzar el bienestar y la estabilidad de la joven.
