LA RAZÓN PARA NEGAR UNA VISA
|“No tengo familiares en Estados Unidos” es, según el ex cónsul Robert Melvin, la afirmación que más repiten los solicitantes dominicanos al optar por una visa americana, pero también la que más suele despertar sospechas y conducir a respuestas negativas por parte de los oficiales consulares.
Con una trayectoria extensa en la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo, Melvin ofreció detalles que revelan el comportamiento común de los solicitantes dominicanos y las razones que explican por qué este país mantiene una tasa especialmente elevada de negaciones de visa.
Desde su puesto en la sección consular, Melvin fue testigo de cómo muchas personas que realmente desean viajar ven frustradas sus intenciones al incurrir en inconsistencias fácilmente detectables por los encargados de revisar cada solicitud.
“Este es un país con cifras altas de fraude en solicitudes de visa”, aseguró Melvin. Señaló que la República Dominicana se encuentra entre las naciones donde se miente con mayor frecuencia durante las entrevistas consulares, junto con otros países como Filipinas.
De acuerdo con su experiencia, esta percepción generalizada influye directamente en la forma en que se analizan las solicitudes. Muchas veces, el simple hallazgo de información dudosa genera una respuesta negativa automática, lo cual también perjudica a solicitantes que sí tienen intenciones legítimas y documentadas.
El ex funcionario destacó que todos los oficiales consulares son conscientes de que la mayoría de los dominicanos tiene algún vínculo familiar en los Estados Unidos. Por ello, negar esa relación suele ser interpretado como un intento de ocultar información, algo que no favorece la evaluación de la solicitud.
“Todo el mundo de acá quiere vivir allá”, expresó Melvin, haciendo referencia al fuerte lazo migratorio entre la República Dominicana y Estados Unidos, donde las redes familiares tienen un papel fundamental en los movimientos migratorios.
Aunque se desempeñó principalmente en la sección de visas de inmigrante, Melvin también tuvo participación en procesos relacionados con visitantes temporales. Durante este tiempo, detectó una tendencia recurrente en los solicitantes: intentar ocultar vínculos, temer que la verdad sea perjudicial y subestimar la capacidad de verificación de los funcionarios.
A partir de estas observaciones, se destaca la necesidad de actuar con transparencia durante las entrevistas. Datos erróneos o incompletos no solo afectan el resultado inmediato, sino que pueden influir negativamente en futuras solicitudes.
Las autoridades consulares insisten en que el proceso tiene como objetivo evaluar la situación real del solicitante, y que la veracidad es un elemento fundamental en cada evaluación. Además, los oficiales están capacitados para identificar señales de falsedad incluso antes de iniciar el diálogo con la persona entrevistada.