LE DIJERON QUE SE IBA A CAER

Gregory Adamés, quien logró salir con vida tras el desplome en la discoteca Jet Set, se presentó en la sede de la Procuraduría General de la República, en Santo Domingo. Lo hizo junto a sus abogados, Luis Andrés Aybar y Plinio Pina, y entregó documentos que, según su equipo legal, muestran que lo ocurrido pudo haberse evitado.

De acuerdo con la información ofrecida, Adamés ocupaba el cargo de encargado de logística y reservas del establecimiento nocturno. En su declaración ante fiscales de la Dirección de Persecución del Ministerio Público, encabezada por Wilson Camacho, detalló que advirtió sobre un riesgo relacionado con la estructura del lugar. Sin embargo, según explicó, sus advertencias no fueron tomadas en cuenta.

Como parte de su gestión legal, Gregory formalizó una querella con constitución en actor civil. Esta acción fue dirigida contra Antonio Espaillat López, su madre Ana Grecia López, así como contra la empresa Inversiones E y L y el Club Jet Set.

En sus declaraciones, Gregory afirmó: “¡No se puede hacer esa fiesta, el techo se va a caer!”. Según indica, estas palabras se las dijo directamente a su jefe, Antonio Espaillat, en los días previos al evento del 8 de abril de 2025. En ese suceso, más de 230 personas dejaron de vivir, entre ellas el reconocido merenguero Rubby Pérez, mientras que otras 180 resultaron con lesiones.

En el dispositivo móvil de Gregory se encuentran mensajes que, según su defensa, muestran cómo Espaillat ignoró las advertencias y dio la orden de seguir adelante con la fiesta. Esta información se ha convertido en un componente central de la acusación penal que avanza en torno a este caso.

Debido al testimonio presentado, se han incorporado nuevos elementos a las 68 acciones judiciales que actualmente se encuentran en manos de la Fiscalía del Distrito Nacional. Estas acciones legales incluyen tanto querellas como denuncias que apuntan a los propietarios del lugar, además de señalar a entidades públicas como el Estado dominicano y la Alcaldía del Distrito Nacional, por supuestas omisiones en temas de supervisión y seguridad.

Según se ha expuesto, la estructura sufrió una sobrecarga significativa debido a la colocación de equipos pesados sobre el techo, lo cual, sumado a presuntas fallas administrativas, habría sido un factor determinante en el colapso.

Las imputaciones por pérdida involuntaria y por posibles actos negligentes representan un punto relevante dentro de la investigación en curso. Hasta el momento, sin embargo, Antonio Espaillat no ha sido citado para rendir declaraciones.