
El expresidente Hipólito Mejía manifestó sorpresa y desacuerdo ante la reciente decisión del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucionales las disposiciones que penalizaban las relaciones entre personas del mismo genero dentro de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Según el exmandatario, la determinación incide en la disciplina y en la imagen que tradicionalmente han mantenido estas instituciones, lo que generó su inmediata reacción al conocer el resultado.
Mejía explicó que la sentencia lo tomó totalmente desprevenido, destacando que no tenía conocimiento previo del contenido que finalmente fue aprobado. Durante su intervención, insistió en que corresponde a los responsables técnicos ofrecer una valoración más detallada del proceso, aunque señaló que su reacción inicial estuvo marcada por el desconcierto. En tono distendido, comentó sobre su propio “pajarómetro”, expresión que usó para describir la limitada precisión con la que, según dijo, suele anticipar temas que generan debates.

El exgobernante afirmó que su inquietud principal se relaciona con la preservación del orden institucional y con la manera en que decisiones de este tipo inciden en la percepción pública de los organismos de seguridad. Indicó que, pese al carácter coloquial de uno de sus comentarios, su planteamiento busca resaltar la importancia de mantener una estructura disciplinaria clara. Sostuvo que resoluciones como esta suelen generar discusiones amplias que terminan ocupando espacios destacados en los medios.
“Eso es para que ustedes se entretengan publicando noticias estrambóticas”, expresó, retomando el tono directo que caracteriza muchas de sus intervenciones. Su declaración provocó reacciones entre los presentes, quienes observaron la mezcla de sorpresa y crítica con que abordó el tema. Para Mejía, la decisión abre un escenario de análisis en el que convergen posturas diversas dentro del ámbito público.
La sentencia del Tribunal Constitucional ha impulsado un debate significativo en sectores jurídicos y en organizaciones de la sociedad civil, debido a que se trata de normas internas que durante años regularon la conducta del personal militar y policial. Mientras algunos grupos celebran la limitación de disposiciones que consideraban restrictivas, otros mantienen reservas sobre las consecuencias que podría tener en la dinámica disciplinaria interna.
Hasta ahora, las autoridades castrenses no han ofrecido un pronunciamiento oficial sobre el alcance de esta decisión, lo que mantiene la expectativa entre los distintos sectores que siguen de cerca el desarrollo del tema.

