SE LO LAMBEN BAJO CUSTODIA
|La comunidad de San Antonio de Guerra vive momentos de tristeza y desconcierto tras la pérdida de Elvis Martínez, un joven mecánico conocido con el apodo de “Musurungu”, quien dejó de existir en circunstancias que involucran a miembros de la Policía Nacional.
El suceso ocurrió en horas de la noche del domingo, justo frente al parque municipal de Guerra, durante las celebraciones de las fiestas patronales que se realizaban en la localidad. Diversos testimonios coinciden en señalar que Martínez fue detenido en medio de un incidente relacionado con su motocicleta.
Familiares y personas que presenciaron el hecho afirman que, a pesar de que se encontraba con las manos esposadas, uno de los agentes le soltó un proyectil en la cabeza. Esta situación provocó una fuerte reacción de rechazo entre los presentes y ha causado profunda indignación en toda la comunidad.
Imágenes difundidas a través de redes sociales muestran a Elvis Martínez rodeado de varios uniformados justo en el momento en que se escuchó la detonación. En medio del caos, un familiar expresó con dolor: “Eso fue un abuso, él estaba preso, no había necesidad de eliminarlo”.
La víctima era padre de una niña de tres años. Sus seres queridos y allegados han expresado su deseo de que se haga justicia por lo sucedido. A raíz del hecho, también se han pronunciado distintas organizaciones defensoras de derechos humanos, que critican el uso excesivo de la fuerza y piden una reforma estructural en el cuerpo del orden público.
Testigos que se encontraban en el lugar afirman que todo comenzó cuando agentes intentaban retener la motocicleta del joven. Según estos relatos, hubo un forcejeo, tras lo cual uno de los uniformados habría soltado el proyectil que provocó su pérdida. Una de las personas presentes en el momento gritó con desesperación: “¡Villa, que lo eliminaron!”.
La situación se volvió más tensa cuando el cuerpo de Martínez fue colocado en una camioneta de la institución, mientras militares armados aseguraban el área, lo que generó mayor preocupación entre los presentes.
Hasta el momento, la Policía Nacional no ha emitido una declaración oficial sobre lo ocurrido. La comunidad de Guerra continúa esperando respuestas y exige que se investigue a fondo el hecho para que se tomen las acciones legales correspondientes.