SOBREVIVIENTE CUENTA TODO
|“Fui porque me invitaron unas amistades para compartir con ellos”, así comenzó su conmovedor relato Jennifer, una joven que sobrevivió al trágico colapso del techo en la discoteca Jet Set, escenario de uno de los momentos más impactantes de la historia reciente del país.
Esa noche, Jennifer apenas había salido del área del lounge cuando el techo empezó a venirse abajo en cuestión de segundos.
Las cámaras de seguridad captaron el instante en que ella avanzaba hacia la entrada, y poco después, una nube de polvo y restos de estructura inundaron todo el lugar.
“Sí, salí de pie, pero algo me golpeó fuerte contra la pared del ‘loving’, me expulsó”, narró con voz temblorosa mientras revivía el dramático momento.
No tuvo oportunidad de advertir a sus amistades. El estruendo fue tan repentino que nadie pudo reaccionar. En apenas segundos, lo que era una noche de risas y música se transformó en un escenario de caos, polvo y gritos desesperados. “Fue algo que nadie se imaginaba”, insistió.
A pesar de estar desorientada, Jennifer tomó la decisión de regresar al interior del local tras lograr salir. Lo que encontró fue una escena devastadora: “la puerta de entrada estaba obstruida por escombros, y debajo había personas atrapadas, gritando que por favor los ayudaran”.
Según relató, muchas de las víctimas estaban cubiertas de sangre y agua, y sus cuerpos apenas eran visibles entre los escombros de concreto. “Había mucha oscuridad, gritos, personas desesperadas”, recordó Jennifer, describiendo el nivel de angustia que dominaba el lugar después del derrumbe.
Aunque el miedo la invadía, su instinto fue intentar ayudar, pero la magnitud del desastre era tan grande que la tarea resultaba abrumadora. El dolor y la desesperanza eran evidentes en cada rincón de la discoteca.
Desde hoy, testimonios como el de Jennifer se convierten en piezas fundamentales para reconstruir los hechos del colapso y para que las autoridades puedan determinar las responsabilidades correspondientes.
Su testimonio, humano y valiente, no solo refleja el horror vivido, sino también la necesidad urgente de justicia para las víctimas, muchas de las cuales todavía esperan ser escuchadas.
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Hijo perdido de Rubby Pérez reclama su herencia tras su fallecimiento, generando controversia familiar.
La tragedia reciente ocurrida en el Jet Set, donde falleció el reconocido merenguero Rubby Pérez, ha dado un giro inesperado. Apenas unos días después de su deceso, un hombre de aproximadamente 30 años se ha presentado afirmando ser el hijo biológico del artista.
De acuerdo con declaraciones extraoficiales, este joven sostiene que nació como resultado de una relación entre Pérez y la periodista venezolana Mariana Colmenares, a finales de la década de 1990.
El supuesto hijo, identificado como Alejandro Colmenares Pérez, arribó a República Dominicana proveniente de Caracas. Vino acompañado de un equipo legal que respalda tanto su solicitud de reconocimiento como su reclamo a formar parte de la herencia del cantante.
Esta revelación ha causado sorpresa y desconcierto tanto en el entorno familiar como entre los allegados a Rubby Pérez, quienes aseguran no haber tenido conocimiento previo de la existencia de este joven.
Rubby Pérez, famoso no solo por su potente voz sino también por su vida privada muy reservada, nunca hizo pública ninguna declaración reconociendo la existencia de un hijo fuera de su matrimonio.
La figura de Mariana Colmenares, conocida en su momento por su trabajo en el periodismo cultural venezolano, dejó los medios de comunicación hace más de diez años, lo que ha complicado la verificación de los hechos relatados por Alejandro.
Ante esta situación, la familia del artista ha solicitado la realización de pruebas de ADN antes de emitir cualquier declaración pública. Mientras tanto, el caso ha encendido un debate sobre cómo aspectos desconocidos de la vida de figuras públicas pueden salir a la luz de manera impactante tras su fallecimiento.
La incertidumbre crece mientras el país, aún conmocionado por la pérdida de una de sus grandes voces, permanece atento al desenlace de este drama que parece extraído de una telenovela.
La pregunta que muchos se hacen es si Alejandro Colmenares Pérez es realmente hijo de Rubby Pérez y qué consecuencias tendrá su aparición en la distribución del legado musical y económico del artista.
Solo el tiempo y una prueba genética podrán confirmar la veracidad de las afirmaciones realizadas, mientras la memoria de Rubby Pérez sigue viva entre sus admiradores y su legado artístico continúa siendo motivo de homenaje.
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El juicio de fondo contra Carmen Jiménez, acusada de causar la muerte de su sobrino Christopher Jiménez, de 9 años, está previsto para conocerse este martes en el Distrito Judicial de La Altagracia.
El caso ha generado gran atención en Verón, Punta Cana, debido a la gravedad de las acusaciones en su contra y de su pareja sentimental, González Valencio Rojas.
El Ministerio Público señala que el niño falleció el 13 de enero del 2024 como resultado de presuntas torturas cometidas por Jiménez, en aparente complicidad con su pareja.
La audiencia del juicio, inicialmente pautada para la tarde del lunes, fue aplazada por asuntos de horarios y se reprogramó para las 9:00 de la mañana del día siguiente.
Se recuerda que durante la primera semana de enero del presente año, el Juzgado de Instrucción dictó auto de apertura a juicio con la admisión total de la acusación presentada por el Ministerio Público. Este paso procesal permitió que el caso avanzara hacia el juicio de fondo, donde se conocerán de manera detallada los elementos de prueba.
Adicionalmente, el 14 de octubre del 2024, el mismo tribunal ratificó la medida de coerción de 18 meses de prisión preventiva contra Jiménez y su pareja.
Esta decisión fue tomada en una audiencia de revisión obligatoria celebrada en la sala unipersonal del juzgado, donde se rechazó cualquier variación de la medida impuesta, tomando en cuenta la gravedad de los hechos que se imputan.
Las autoridades acusan a los implicados de violar múltiples disposiciones legales. En concreto, el expediente judicial cita los artículos 59, 60, 295, 296, 297, 303-4 numerales 1 y 2, 330 y 331 del Código Penal Dominicano.
Asimismo, se les imputa infracciones al artículo 396 literal A de la Ley 136-03 sobre protección a menores y a los artículos 83 y 86 de la Ley 631-16, que regula el uso y control de armas, municiones y materiales relacionados.
El caso ha mantenido una alta expectativa pública por la edad de la víctima y las circunstancias bajo las cuales ocurrió su muerte. Las autoridades judiciales y el Ministerio Público insisten en que este juicio se lleve a cabo con la rigurosidad que amerita la acusación. La audiencia de este martes será clave para el desarrollo del proceso.