SUS TRES HIJOS

Familia exige justicia tras tragedia en Santo Domingo durante presentación de Rubby Pérez

La noche que parecía destinada a la alegría se convirtió en una pesadilla para una familia. Tres hermanos fallecieron tras el colapso del techo en la discoteca Jet Set. Asistían a una presentación del merenguero Rubby Pérez.
Los jóvenes, de 23, 27 y 31 años, tenían planes y sueños por cumplir. Salieron con ilusión hacia el reconocido centro de entretenimiento ubicado en Santo Domingo, sin imaginar lo que ocurriría.

A la 1:20 de la madrugada, sus padres, que aún los esperaban despiertos, recibieron una llamada. Fue el inicio de una tragedia: el derrumbe había sucedido y sus hijos no respondían.

El padre, conmovido por el dolor, narró lo vivido al llegar al lugar del colapso. Dijo que al observar lo ocurrido, solo pudo clamar a Dios. Entre los escombros, reconoció a uno de sus hijos.

“Lo moví y supe que era Diego”, expresó. Agentes policiales lo consolaban, aunque sus palabras no bastaban. “Tranquilo, mi jefe… él está sin vida”, le dijeron al confirmar la pérdida.

Los cuerpos de los otros dos hermanos fueron entregados días después del suceso. Estaban en condiciones que dificultaban su identificación. Solo detalles como un vestido o el color del esmalte permitieron reconocerlos.

También se mencionó un anillo que ayudó en el proceso de identificación. La familia vivió horas de incertidumbre hasta que todos los hijos fueron localizados y reconocidos.

A las 2:30 de la madrugada de ese viernes, la madre tocó las manos de su hija. Fue su forma de confirmar la pérdida. Sintió en ese contacto una despedida definitiva.

Desde ese momento, la vida familiar quedó completamente destrozada. El padre resumió el dolor con estas palabras: “Nuestro mundo se derrumbó totalmente. Para mi esposa, para mí, para nuestro hogar.”

Hoy, los familiares de las víctimas piden justicia. Reclaman tanto en los tribunales como ante lo que consideran una responsabilidad moral e institucional.

“El primer juez es Dios, pero nadie debe quedar impune”, afirmó el padre. La frase reflejó su esperanza de que se asuman consecuencias por lo ocurrido.

Las secuelas del derrumbe en Jet Set van más allá de las estadísticas. Son vidas perdidas, padres sin consuelo y hogares que nunca volverán a ser los mismos. Las investigaciones siguen en curso.