Santo Domingo. – La periodista Patricia Pérez, originaria de Higüey, dejó de existir la tarde del jueves a consecuencia de una complicación cardíaca, según confirmaron allegados. La noticia causó consternación en el ámbito comunicacional de la región Este, donde era ampliamente reconocida por su labor informativa y compromiso con las comunidades locales.
La profesional del periodismo, de residencia en La Romana, había desarrollado una trayectoria marcada por la responsabilidad y la ética en el ejercicio de su oficio. Su partida representa una pérdida significativa para el periodismo regional, especialmente entre quienes compartieron proyectos y espacios de trabajo con ella. De acuerdo con sus familiares, Patricia Pérez dejó en la orfandad a una niña de dos años, hecho que ha conmovido profundamente a sus colegas y conocidos.
Durante varios años, formó parte del equipo editorial del semanario **El Tiempo**, perteneciente al Grupo de Medios EB, donde se desempeñó como redactora de temas relacionados con municipalidad, educación y salud. Su trabajo periodístico se distinguió por el enfoque humano, la precisión en los datos y la dedicación constante a la búsqueda de información de interés público.
Compañeros del medio destacaron que su participación fue fundamental para el fortalecimiento del contenido informativo del semanario, aportando una mirada crítica y equilibrada sobre los temas que cubría. En cada publicación, su estilo profesional reflejaba una clara vocación por el servicio social a través de la comunicación.
Según las versiones difundidas por personas cercanas, el evento de salud ocurrió de manera repentina durante la tarde del jueves, generando inmediata preocupación entre quienes mantenían contacto regular con la periodista. Tras conocerse la noticia, distintas figuras del ámbito mediático expresaron su pesar y reconocieron su trayectoria como ejemplo de compromiso y responsabilidad profesional.
El Grupo de Medios EB emitió un mensaje de condolencia en el que resaltó el legado de Patricia Pérez, valorando su aporte al periodismo local y su capacidad para abordar temas de relevancia comunitaria. También extendió su solidaridad a los familiares y allegados, reiterando el impacto positivo que dejó en quienes compartieron con ella su pasión por la información.
Con su partida, el periodismo dominicano pierde a una profesional joven cuyo trabajo reflejaba sensibilidad y rigor en cada cobertura. Las autoridades locales y compañeros de prensa han manifestado su intención de rendirle homenaje póstumo como reconocimiento a su destacada trayectoria en el ámbito comunicacional de la región Este.