AVIÓN NO PUDO LLEGAR A RD

Una aeronave de la aerolínea Air Caraïbes que había partido desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), en Santo Domingo, República Dominicana, con destino a París, Francia, tuvo que regresar a tierra poco después de iniciar su trayecto. El vuelo, identificado como TX560, transportaba a 285 personas entre pasajeros y tripulación cuando se produjo una situación que modificó el desarrollo habitual del viaje.

El despegue del avión, un modelo Airbus A330 registrado con la matrícula F-ORLY, se realizó sin complicaciones a las 10:19 de la noche del jueves. La ruta establecida apuntaba al aeropuerto de Orly, en la capital francesa, sin escalas previstas. Sin embargo, unos 40 minutos después del despegue, mientras la aeronave se encontraba en pleno ascenso, el personal técnico a bordo detectó una lectura poco habitual en uno de los sistemas mecánicos.

De acuerdo con la información proporcionada, el capitán a cargo de la operación decidió retornar a Santo Domingo luego de observar una fluctuación fuera de lo común en la presión de aceite. Esta alteración, ubicada en uno de los componentes secundarios del avión, no representaba un riesgo inmediato para la integridad del vuelo, pero sí requería una evaluación técnica detallada en tierra.

Pese a que no se presentó una situación de emergencia ni se encendieron señales de alerta visibles en la cabina de pasajeros, la decisión preventiva del piloto activó los protocolos internos de seguridad. Esta acción permitió que el vuelo regresara de manera organizada al AILA, donde ya se habían iniciado las coordinaciones necesarias con el equipo terrestre.

El aterrizaje tuvo lugar a las 11:56 de la noche y se ejecutó con normalidad. Como medida complementaria, el cuerpo de bomberos del aeropuerto participó en una revisión del entorno, aplicando procedimientos habituales de verificación. Se determinó que tanto la aeronave como las condiciones de aterrizaje eran apropiadas y no presentaban inconvenientes adicionales.

Durante el tiempo en que se resolvía la situación, los pasajeros, que incluían a familias, turistas internacionales y ciudadanos dominicanos con residencia en Europa, permanecieron a bordo bajo la orientación del personal de cabina. No se reportaron afectaciones físicas ni complicaciones mayores gracias a la gestión oportuna y profesional del equipo técnico y operativo del aeropuerto.

Luego del aterrizaje, la aerolínea comunicó la cancelación del vuelo y puso en marcha su plan de apoyo para los pasajeros. Se facilitó alojamiento en hoteles de la zona, además de alimentación y asistencia logística para reorganizar los trayectos hacia el destino final en París.

En un comunicado emitido en horas de la madrugada, la administración del AILA reconoció la decisión tomada por el capitán, considerándola una medida acertada que permitió manejar el incidente con control y sin mayores dificultades. También destacó la labor de coordinación entre el personal de vuelo y los equipos en tierra.